lunes, 24 de agosto de 2015

Antes

Llevaba en un sueño permanente muchos meses, demasiados días.
Una persona asustadiza ante cualquier cambio que implique sentir. 
Y ahora, todo su mundo se movía de nuevo. 

Antes...



De un día para otro todo se apaga, levantarme de la cama supone un esfuerzo demasiado grande y doloroso. La rutina que tenia, que me gustaba empieza a hacerse difícil, Tenía la gran virtud, desde mi punto de vista, de no empatizar con nada ni nadie y de repente, me vuelvo una llorona.
Me alejo, me alejo de todo el mundo, no tengo ganas de hablar con nadie. ¿Para qué? Si total, no conseguía sentirme mejor con ello.
Poco a poco dejo de sentir. ¿Sabes esa sensación tan gratificante de llegar a casa y que tengas tu comida favorita? Pues justo esa, entre otras, desaparece. Salgo con mis amigos y amigas, se ríen, se divierten y mientras yo solo puedo intentar fingir. Nunca he sido demasiado buena mintiendo y para sentirme incomoda, dejo de salir.
Y tienes dos opciones, te quedas como estas o luchas. Te quedas callada o pides ayuda. Yo nunca he sido de pedir ayuda pero note que algo iba demasiado mal y la pedí.
Ahí empezo la mayor lucha de mi vida, hasta el momento. Como conseguir salir de una depresión.




No hay comentarios:

Publicar un comentario